sábado, 19 de agosto de 2017

Semana 52 en el exilio

He aprendido a cuidar el dinero, que no es lo mismo que pichirrear el dinero.

He aprendido a resolver. Resolver, producir, buscar caminos, tocar puertas, si no es A es B, si no es B es C y así hasta la Z y de regreso.

He conocido más gente buena que gente mala. Los colombianos me han demostrado ser solidarios y empáticos.

He aprendido y valorado el gesto de una mano tendida que te jala de un tirón del foso donde estás.

No he pasado hambre, pero he estado muy cerca.

He producido un show de stand up sólo para que mis amigos y yo tuviéramos donde brillar.

Gabré seis minutos para Comedy Central LatAm. Eso no me iba a pasar en Venezuela por todos los temas que ustedes ya conocen y sólo por eso amaré Bogotá y Colombia tendrá un lugar en mi corazón siempre.

He descubierto muchas cosas de mí. Como por ejemplo que, when shit really hits the fan, sé pararme de la cama y escucho a los que me escriben para obligarme porque no está todo perdido. Nunca está todo perdido.

He aprendido que a nadie en un país nuevo, le importa quién eres ni quién hayas sido, pero a ti no se te puede olvidar.

Ése sería el único consejo que le daría a alguien que esté emigrando: a nadie le importa quién hayas sido, pero a ti no se te puede olvidar.

He entendido el valor de Bumble y Tinder como una herramienta de socialización y conocer gente. También era para conseguir amor, pero creo que el amor ya lo conseguí.

De Dorothy no sólo heredé el hecho de que me gusten los tipos sin bolas, sin cerebro y sin corazón. También aprendí que el hogar es donde esté el corazón. Y mi corazón siempre va a estar en Venezuela, no importa donde viva.

Aprendí que una chaquetica impermeable de A'GACI no siempre protege de la lluvia. Who would have guessed?

Aprendí que los rolos no tienen calefacción porque no creen que el clima sea lo suficientemente frío como para tener calefacción. Los rolos are wrong, a veces hace tanto frío que sí hace falta calefacción.

Aprendí a vivir aquí y ahora, gracias a mi entrenamiento actoral.

Aprendí a entender muchas cosas de mí que antes no sabía.

Aprendí a enfocarme y dar gracias por lo que sí tengo, 60% del tiempo.

Hay gente que siempre va a querer más, yo soy una de ellas y ser ambiciosa no es malo.

Aprendí que Internet no es un lugar seguro.

Aprendí que la oposición venezolana es borderline chavista a veces.

Aprendí que puedo ser crucificada sin que me importe mucho.

Aprendí que las garras tienen que salir sólo cuando es necesario.

La mejor decisión que tomé en Año Nuevo de 2015, being all about the love, se ha devuelto y multiplicado por 1000.

Así se combate la envidia y la mala vibra. Se reparte amor and kindness and motherfucking sprinkles of sunshine.

Aprendí que no puedes obligar a la gente a quererte, pero te pueden respetar.

Aprendí que los comediantes hablan paja en todos los países.

Aprendí que la proporción de comediantes genuinamente talentosos es mayor en Colombia que en Venezuela. Aquí casi todo el mundo es bueno.

Aprendí que la gente le para demasiada bola a tener followers y que me sigue dando flojera competir.

Aprendí que el proceso es intocable, impertubable y valioso.

Aprendí que en ningún lugar del mundo voy a estar cerca de ganarme un Oscar si no me paro de la cama a echarle bola.

Aprendí que puedo sobrevivir con menos horas de sueño de las que creía necesarias.

Si tengo todo, por qué tuve tanto miedo?

No resiento a Venezuela. Resiento a los venezolanos mediocres que se creen la verga de Triana y espero que entiendan lo que les viene. De ellos sí me quiero vengar.

Aprendí que siempre seré una contradicción con patas, porque por un lado digo que it's all about the love y por el otro digo que iré a cortarles la cabeza y las guindaré en mi sala al lado de mi Oscar como los Black guindaban las cabezas de sus house elves.

Los house elves no se lo merecían, estos hijos de puta sí.

Aprendí que no es suficiente querer que pase, que hay que trabajar por eso también.

Aprendí que Nina es mi mejor faceta, mi mejor personalidad y la que tengo que trabajar en sacar más a menudo.

Aprendí que se puede vivir con miedo, con desesperanza y con desesperación pero no quiero vivir así.

Aprendí que cuando estoy triste no quiero hacer ejercicio, pero que voy a tener que hacerlo forever.

Aprendí que hay gente más impaciente que yo, échenle bola.

Reafirmé que el ego es inversamente proporcional al talento. Mientras menos talentosos son, más comemierdas. Es un virus latinoamericano que Venezuela padece más, pero aquí hay unos cuantos que no se salvan.

Aprendí que uno tiene que ser educado, polite, cordial and kind to everyone pero que jalar bola no vale la pena ni te lleva a ninguna parte.

Aprendí que ésta no es la vida que quiero para mí y por eso tengo que trabajar demasiado duro hasta lograr una vida que me haga feliz. Primero tranquila, luego feliz.

Aprendí que tengo demasiadas personas en Venezuela, Colombia y el mundo que got my back cuando las necesito y es la única cosa que agradezco siempre. Siempre.

Gracias Dios por mis amigos y mi familia.

Aprendí que si no comes bien, no importa cuánto muevas el culo el culo no adelgaza.

Aprendí que es complicado comer bien con presupuesto de inmigrante honesto, no de bolichica o boliputa.

Estos kilos significan honestidad, perras y no los cambio por nada.

Aprendí a adaptarme. El acento rolo no es pegajoso como el paisa.

El acento paisa es el que escuchamos en las narconovelas, fun fact. No es el que se habla en Bogotá y me costó un huevo aprender a imitarlo.

Aprendí a adaptarme usando palabras para hacerme entender, pero no se me pegó el acento solo. Me gusta tener mi identidad fonética intacta jajajaj.

Lo único en lo que Venezuela es mejor que Colombia, es en las arepas. De resto pónganse todos a trabajar y a arrearla, que esta gente es muy arrecha.

Los hombres costeños son los hombres más bellos del país. Es como la gravedad, puedes arrecharte amigo rolo, pero igualito te va a caer un mango en la cabeza.

Sigo siendo muy cobarde con la escritura. Esa no te la aprendí.

No me quedan miedos ni complejos como actriz. Will that mean I'll be unstoppable? I truly hope so.

Aprendí a cocinar. WTFFFFF?

Cocinar ciertas cosas es más fácil que perder followers. O sea, faciliiiiiiiiito.

Aprendí que no hay comida gringa que me haga cruzar la ciudad hasta el Pricemart.

Aprendí que los colombianos defienden y protegen sus marcas más que los venezolanos. Son mucho menos comemierdas que nosotros en ese sentido y eso me parece cool.

Aquí usan marica como nosotros usamos huevón, es un insultico entre panas.

Aprendí que no es el lugar donde quiero estar, también.

Aprendí que la inmigración tiene que hacerse de manera responsable o vas a fracasar.

Aprendí que Netflix es la mejor compañía cuando tu perro no está y cuando no tienes novio.

Aprendí que a veces el amor de tu vida está en Venezuela pero tienes que venir a Colombia para encontrártelo.

Aprendí que si no cuajó por la razón que sea, no era el amor de tu vida.

Reafirmé lo que ya sabía: tienes que ir a todos los castings. TODOS los casting. Arbol 5, Mesera 4, Promotora Fitness, Actriz de 23, Muchacha Caminando 1, Mamá Joven, Abuela Prematura. TODOS.

Este es el ratio in a year: de cada 14.3 castings, quedé en uno. Por eso hay que ir a 100. Nothing is beneath you.

Otra cosa: el trabajo dignifica. Nunca fui mesonera porque el trabajo que más me dio aquí fue hacer stand up, no la actuación y los horarios me chocaban. El stand up se hace en las noches, las propinas se hacen más en los turnos de noche. Si usted va a emigrar, consigue trabajo como mesonero y alguien que conoce lo llega a denigrar por eso escúpale la limonada.

Lo mejor de Colombia en comida: calentao y limonada de coco. La limonada de coco sabe a sangre de unicornio, es la mejor vaina de todo el país. Es tan buena que compensa que no hayan entendido que las arepas son como una vagina y se tienen que abrir para rellenar con algo más rico. Con el perdón de las areperas.

Aprendí que en Colombia se le dice arepera a las lesbianas. Como cachapera, pues.

Demasiado conveniente ese nombre para mi chistecito de arepas como vaginas.

Este post seguro tendrá parte dos, porque aprendí mucho y no le estoy haciendo justicia a este país que me acogió y con el cual estoy tan agradecida.

2 comentarios:

Jakson dijo...

Hola Nina, me gusta tu escritura, vas por buen camino, me parece que podrias ser escritora, de esas que salen en libros y firman libros en ferias y todos buscan que les des una firma. Cada parte del texto es unica (perdoname las tildes pero este teclado no las marca) no obstante es muy largo, podria estar bien en dos partes. Me gusto lo de las horas de sueño, eso es una de las cosas que enseña Bogota y que me enseño cuando llegue aqui, de otro lugar de Colombia. Tengo que decirte tambien que te conoci una vez en un video de la pulla del Espectador. Tambien que Colombia no es solo Bogota y que hay otras culturas y otras ciudades que pueden sorprender como Cali, Medellin, Bucaramanga ah y por supuesto la Costa Caribe que es una sola. Volviendo al tema me gustaria verte como Youtuber que es un buen medio para promocionarse uno mismo, que espero ver algun dia un libro vuestro, asi sea en Wattpad, en Amazon o en una libreria. Espero algun dia estar en una larga fila, esperando por un autografo de la mano creadora de Nina Rancel.

Jakson dijo...

Se puede monetizar un blog con google Adsense, aunque no es mucho dinero yo he logrado tener un ingreso extra con este programa. (google adsense). Me gustaria que la direccion url fuera www.ninarancel.com o www.elshowdenina.com
Hay un serie de video tutoriales sobre todo lo de los blog y las visitas web:

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