martes, 13 de enero de 2015

No es que yo sea una loca, es que tú eres un falta de respeto

Taima, eso no es 100% verdad. Yo estoy un pelo loca, pero loca bien. Es decir, soy loca para las cosas que hay que ser loca. Ejemplo: para tener una columna de relaciones en una página que podría terminar leyendo mi abuelita y un blog donde hablo de los hombres que  me han querido y de los que no.

Vamos a decir que soy como Lady Gaga, loca con un propósito, pues.

Así como yo admito que estoy loca, necesito que tú admitas tu parte de la culpa también. Nos conocimos y nos amamos en el segundo trago. Tú sabes que yo no lo estoy inventando.  Después de que me pediste el teléfono pasé casi 20 horas esperando que aparecieras y la verdad es que fueron horas sabrosas. Las maripositas, la incertidumbre, el juego, la conquista, la cosa y la esperadera, tienen su encanto de verdad que sí.

Apareciste a las 12:30 de la noche y yo no te respondí, porque pensé que esa señal iba a ser suficiente para que entendieras que yo sí, como hago stand up estoy acostumbrada a trabajar de noche pero puta o, como se dice ahora, prepago no soy. Al día siguiente una vez más me escribiste en un horario con el cual no me siento cómoda y te lo dije de la manera más cordial y educada que pude. Odio a la gente que se cita a sí misma pero es mi columna y puedo hacer lo que me da la gana: “Hola Fulanito, como que no quedó claro ayer. Por favor, no me vuelvas a escribir a esta hora. Saludos.”

Al día siguiente, porque eres bruto, machista e irrespetuoso me volviste a escribir, qué descarado, a las 11 de la noche. Mi respuesta fue la siguiente: “mira, coño de tu madre, déjame explicarte. Estás chévere y parecías ser normal pero YO NO SOY PUTA, yo no funciono en horario de burdel. No tengo pimp pero tengo amigos y la próxima vez que me escribas en este horario indigno te vamos a ir a caer a coñazos entre todos.” Tú respondiste que me calmara y que no fuera loca.

Te escribo para decirque que no es que yo sea loca, es que tú te ponchaste, ¿entiendes? Tres intentos. Para la próxima, mijito: después de los 25 las mujeres sabemos que valemos más que ser el culito de las tres de la mañana. Yo tengo espejo en mi casa y sé cuánto valgo. Si yo quiero un jueguito de madrugada, serás el primero en enterarte. Pero que tres–¡TRES!–veces hayas creído que me puedes coger sin mínimo invitarme a cenar antes, te hace a ti un loser con demasiada imaginación y a mí una tipa seria y digna que no va pendiente de agarrarse a un falta de respeto, poco caballeroso, bruto como tú.

Si consigues a una indigna por ahí que vaya pendiente de eso, te felicito pero tienes que mirar para abajo entonces. Ninguna mujer que valga la pena se va a dejar ir a buscar en el plan que esté a la una de la mañana para ir a pasear con un tipín como tú. Y si lo hace, ya se le pasará. Hay un día glorioso en el que todas nos damos cuenta de que no queremos eso o que no queremos eso contigo.

Por último, borra mi teléfono. ¿Aaaah que no lo vas a hacer? Bueno, que te lo roben. Besitos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Será el mismo tarado que me llevó a las 9 de la noche a una despedida de soltero donde había 8 tipos en interiores y 3 putas en bolas? jajajaja No entiendo qué coño les pasa...