lunes, 16 de junio de 2014

Eso me pasa por sapa

Por meterme con las que leían Paulo Coehlo, por meterme con las que iban a brujas, por burlarme de las que repetían mantras locos, por burlarme de las hippies que decían cosas como buenas vibras y piensa en positivo para que atraigas cosas positivas, terminé convirtiéndome en una de ellas. Pasé de ser escéptica y cínica a ser una mujer que cree en tantas cosas que a veces se confunde. 

Cuando una está mal, busca cualquier tabla de salvación. Cuando una está mal, cualquier corriente filosófica o esotérica puede interpretarse como el remedio y el milagro. En estos meses he ido a dos brujas, las dos me han dicho cosas muy diferentes sobre mi vida y a las dos les creí todo. Una de ellas fue lo suficientemente específica como para saber en un par de meses si de verdad es un oráculo como el griego o como el de Matrix. Bueno, no sacrificamos animales ni hicimos galletas, pero you get the point. 

No siento que sea pecado, a pesar de que las monjas dijeron que lo era. Las dos brujas que si rezaron un Padre Nuestro antes de empezar y había ángeles por toda la casa. Hablaban de que sus poderes fueron poderes o regalos que Dios les había dado y que les había enseñado a usarlos desde chiquitas. Si a mí Dios me respondiera, quizás no tendría que ir a brujas to begin with. Si Dios me respondiera me moriría del susto. Suficiente con the voices in my head como para que se abre el techo y me griten "la estás cagando, Nina." O de repente Dios me está hablando y finjo demencia. De repente Dios me está mandando señales que yo no quiero interpretar. No quiero que Dios me diga que no. A diferencia de Capriles, yo amo el plan que tracé para mí y quiero cumplirlo, coño. Dios, sorry, no es por malcriada, es porque why would you deprive a person of her most important dream if said person has worked to deserve it? 

No lo entiendo. 

Duh, por eso soy Nina y no Dios. 

Ok, volvamos a que ahora soy hippie. En una de estas consultas la bruja me mandó a comprar incienso y hacerme unos baños. Lo hice todo. Prendí los inciensos, me bañé con esencias de cosas locas que olían más a vodka que a canela/rosamiel/otravainaquenomeacuerdo, repetí mantras locos mirándome al espejo y me creo todo lo que dice Miastral. Hago mi carta de intenciones y mis nomeacuerdocómolesdice de lunas nuevas... Y siento que no ha servido para un coño. Me siento igual de jodida, igual de triste, igual de sola, igual de fracasada. 

¿Es por impaciente o es porque tenía razón cuando no creía en ninguna de estas mariqueras antes? De repente debería estarme gastando la plata de brujas e incienso en un psiquiatra que me mande pepas contantes y sonantes, en vez de comprarme inciensos que les dan alergia a todos en mi casa y protecciones de santos que nunca había escuchado. 

Por si acaso, le mando esto al universo para que no arremeta aún peor en mi contra: perdón por dudar de ti y hazme disciplinada y centrada y talentosa y exitosa y buena y flaca. Gracias, besitos.

1 comentario:

Fran dijo...
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