lunes, 31 de diciembre de 2012

En 2012

Me botaron de Hot, pero terminé en el panel de Érika Tipo 11. Con lo de Hot, aprendí que nadie es imprescindible y que las ambiciones, decisiones, egos e intereses de los demás tienen efectos y repercusiones en mi vida. No todo depende de mí and I have made my peace with that. Aprendí que todo puede cambiar en el momento menos esperado. Aprendí a más nunca confiarme. Aprendí a no dar nada por sentado. Aprendí que tus amigos del trabajo, son del trabajo. Muchos de ellos van a pulir el puñal antes de clavártelo en la espalda como una leve cortesía, pero ya.  Aprendí que tengo suerte, porque hice dos amigas que conocí en el trabajo pero van a estar ahí siempre. Aprendí que hay un día que tienes que dejar de llorar y obligarte a pararte de la cama a echarle bolas. Aprendí que el hecho de que no quieras pararte de la cama significa que eso es exactamente lo que tienes que hacer. Aprendí que las ganas de llorar son controlables. Aprendí que el fracaso y la derrota son pasos imprescindibles para la victoria. 

En Érika Tipo 11 aprendí que para ser un household name, nada puede escapar de tu control. Aprendí que tengo que estar pendiente de todo, que tengo que trabajar y partirme el culo, que tengo que defenderme con diplomacia, que tengo que no tomármelo personal,  que tengo que ser responsable y puntual, que tengo que llevarme bien con quien produce, con quien limpia y con quien maquilla (eso ya lo había aprendido en el Mater, pero nunca está de más recordarlo),  que tengo que decicarle muuuuchas horas a escribir buenos chistes, que tengo que entender que a veces esas horas rendirán pésimos chistes, porque es humor y no matemática y no puedo autoflagelarme tanto porque un chiste--o todos--fue malo y que cuando uno quiere algo tiene que buscarlo. Lo mejor que aprendí es que hay que jugar para el equipo. Si ellos tienen mejores chistes, tienes que lanzarles la pelota para que ellos la bateen. Aprendí que hay dos tipos de mujeres: las que se vuelven mierda cuando tienen hijos y las que se convierten en unas mamis después de parir. Si yo llegara a tener hijos, quiero ser como las segundas. 

Hice mucho ejercicio. Me creé la disciplina, me convertí en una adicta a las endorfinas, me gustaron los resultados. Ví como el cuerpo me cambió y de pana me siento súper cómoda. Amé que el hecho de hacer ejercicio me diera la libertad que quiero y necesito para tragar sin remordimiento. 

Me metí en pole dance porque sabía que iba a ser buena y no me equivoqué. Aprendí que mi intuición es demasiado buena y siempre debo escucharla. Aprendí que bailar siempre debe ser parte de mí. En un tubo, en la sala, en una barra de ballet, en la regadera y bajo la lluvia. Hay que reconstruir el autoestima poco a poco, fue absolutamente a propósito.  

No me enamoré porque sabía que no podía, pero me sigo equivocando. Aprendí que a veces hay que hacer las cosas solamente porque puedes. Otras veces hay que hacerlas solamente porque quieres. Me sigo equivocando con él y voy a dejar de hacerlo el día que quiera. No será tarde. Es un error que es bueno para mí. Aprendí que cuando no tengo hombres rondando, soy mil veces más productiva. Aprendí que no hace falta ser novia de alguien para sentir genuino cariño. Aprendí que no me voy a conformar. Aprendí que cuando quiero, soy buena. Aprendí que ser mala con quien fue malo contigo es una obligación. Aprendí que seguir besando a alguien solamente porque siempre lo has hecho es una pésima idea y dejar ir eso te da una sensación de libertad y de plenitud sólo comparable con el día que Chávez pierda unas elecciones (o se muera). 

Dejé de tomar un mes. Aprendí que cuando de verdad me propongo algo, puedo lograrlo. Aprendí que mis vicios y mis defectos son tan grandes como yo los pinte. Aprendí que mi mente es mucho más fuerte que yo. 

Bloggeé poco pero escribí mucho. Aprendí que puedo controlar mis musas. No necesito tener un peo encima para escribir bien. Aprendí que me encanta aprender y por eso seré para siempre la niña de los cursos y los diplomados. Aprendí que soy buena dialoguista. Aprendí que sé conmover sin tener que recurrir a actuar. Puedo hacerlo escribiendo también. Aprendí que EL James es la escritora que no quiero ser nunca. Aprendí que puedo escribir ficción. Aprendí que puedo construir personajes femeninos fuertes  sin hacerlos exactamente iguales a mí. Aprendí que eso me genera alivio. 

Hice mucho stand up. Aprendí que me gusta tanto hacer reír como hacer pensar. Aprendí que mi miedo es más pequeño que la tarima. Aprendí que sí puedo, cuando no me autojodo. Aprendí que no puedo ir tan rápido y que tengo que respirar. 

Actué en muchos cortos. Aprendí que la promesa más importante es la que te haces a ti. Y que you have to keep it, no matter what. Aprendí que necesito trabajar en mis picos. Aprendí que lo que más necesito mejorar es la manera de llegar con la carga emocional de la escena 3 a la escena 4 aunque la 3 se haya grabado hace tres días. Aprendí que debo trabajar en hacer emocionalmente lineal un cortometraje que no se grabó así. 

Planché una chaqueta. Cociné un salmón. Aprendí que ser una mujer es chévere y que no soy vieja.

La(s) Palabra(s) de 2013

Conseguir la Palabra del Año es una tradición que cada vez se hace más fácil. Quizás es porque con la madurez obtenida, cada vez me conozco más y sé qué necesito. Normalmente, la palabra del año es una sola. Es el súperobjetivo y alinea todo lo que va a ocurrir por los siguientes meses. Nunca había empezado el año con, excuse me, no una sino dooooos palabras.

La primera palabra es Confía.

Este año fue muy duro para mi autoestima. Nunca me había sentido tan insegura como en 2012, nunca me había creído tan poquito, nunca me había sentido tan perdida en una tarima, nunca me había visto fracasar actoralmente, nunca había tenido tanto miedo, nunca había desconfiado tanto de los talentos que antes de 2012  daba por sentado. Mi talento alimentaba mi esperanza y sentirlo perdido me dejó en la lona en demasiadas oportunidades.

Como consecuencia de esto, 2013 será para recuperarme. Trabajaré en mi confianza y en mi autoestima un día a la vez, como hacen los alcohólicos. Confía 2013 puede generarme beneficios incalculables y por eso voy a reconstruir lo que dejé que me rompieran en 2012.

La segunda palabra es Ejecuta.

Ya me asumí, ya me enfoqué, ya me comprometí. Ahora sólo queda sumarlas y hacerlas. No ver las cosas como imposibles, no echar a perder el camino recorrido porque me da flojera o porque me da miedo o porque no lo creo posible.

Todo lo que diga, lo voy a hacer. Todo lo que escriba, lo voy a publicar. Todo lo que escriba, lo voy a producir. Todo lo que piense, lo voy a anotar. Todo lo que planifique, lo voy a llevar a lo tangible. Todos los cursos, los pondré en práctica. Todas las cosas que alguna vez me han inspirado, serán representadas y les haré justicia. Las cosas no caen del cielo y para eso tengo que vencerme. Este año, dejaré de ser mi peor enemigo.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Falsas trabajadoras sexuales sin criterio ni estándares

–Es súper puta, me la estoy cogiendo.
–­­¿Ah?
–Que es súper puta, me la est…
–No, no, yo entendí.
–¿Entonces?
–Pero qué ¿le pagas?
–¿Estás loca?
–¿Tiene novio?
–¡No!
­–¿Entonces? De pana que no entiendo.
–¿Qué no entiendes?
–No entiendo por qué soy tu amiga.

Ayer tuve un intercambio por Whatsapp con un pana y me dejó fría. Él no solamente se la coge, no solamente dice que se la coge sino que además, para más inri, ¿le dice puta porque él se la coge? No entiendo.

Hay muchas razones por las cuales una mujer puede acostarse con un hombre. Ser puta es una de ellas, pero para decirle puta con propiedad tú tienes que haber hecho un negocio con ella. Si ella se acostó contigo y tú le pagaste, es una puta. Ojo, a ella no se lo puedes decir en su cara. De hecho, deberías usar en todo momento el término políticamente correcto. Hay varios, pero “trabajadora sexual” es mi favorito.  Puta es la que recibe dinero por tirar.

Puedes decirle hija de puta a tu novia, si se acuesta con alguien más. No pongas esa cara, todos sabemos que tu suegra y tú se odian. Puedes decirle perra a la chama con quien sales porque le cachaste unos mensajitos cuadrando con otro. Yo sólo te diría que dejes de ser tan inseguro, no revises los celulares de otras personas. Puedes decirle fácil a la que dejó al novio coriendo para meterse en tu cama. Puedes decirle bicha a la que te chuleó todo el viaje y después terminó acostándose con tu mejor amigo. Yo aclararía que él es un bicho también, mosca. El punto es que un caballero de los que de verdad nos gustan, uno de los que de verdad vale la pena,  no puede decirle puta a ninguna mujer a quien no le haya pagado por tener relaciones sexuales. El término es incorrecto, inmerecido y peyorativo.  A menos que la alternativa sea señora, en mi caso, pero ya eso sería otro tema.

Si ella es una puta, ¡¿qué eres tú entonces?!

Lo que va más allá de mi IQ es decirle puta a una mujer porque se está acostando con alguien. ¡Perdón, esto es todavía peor! Decirle puta a una mujer porque se está acostando contigo es de muy mal gusto, como un vestido rosado con borlas de oro puro y cristales impronunciables de quinceañera boliburguesa.

Hay muchas razones por las cuales una mujer se acuesta con un hombre. Porque puede, porque cree que así te vas a enamorar de ella, porque necesita vengarse del ex, porque le rompieron el corazón, porque es chévere, porque le caes mal, porque le das lástima, porque no puede separar el amor del sexo, porque no había mejor plan, porque no es ingrata y le diste la cola, porque no quiere pensar, porque quiere empatarse contigo y cree que esa es la manera, porque le dijeron que era malo, porque le dijeron que era bueno, porque está estrenando un sostén nuevo, porque se siente linda, porque se siente fea, porque se quitó 10 kg, porque siempre le has gustado, porque te ama y no se ha atrevido a decírtelo, porque no quiere nada serio, porque quiere casarse, porque le gusta empiernarse y no tiene con quién, porque el novio le estaba montando cachos y ella no va a quedarse atrás, porque la pusiste celosa cuando empezaste a salir con esa, porque ya no eres gordito, porque le duele el vientre y tener relaciones mejora el dolor… y porque quiere.

Por qué quiere contigo es lo que no entiendo.   no  vientre y tener relaciones zaste a salir con esa, porque ya no eres gordito, porque le duele el vientre y tener relaciones

viernes, 21 de diciembre de 2012

Confesión # 78

Soy quien soy por los libros que he leído. No por los que he dejado de escribir.

Hay una razón por la cual Chechi y Daniel no se siguieron publicando. Alguien estuvo interesado en comprar esa historia. ¿Soy una vendida? No. Siempre he querido publicar un libro y esa historia es lo más cercano que tengo a un libro más o menos bueno y más o menos terminado.

La verdad es que decidí no publicar con ellos porque me estaban ofreciendo tres lochas. Prefiero seguir escribiéndolo como recreo para el blog. La gente lo lee gratis y yo lo termino de escribir sin presión. Si eso genera suficiente revuelo como para ride that wave y publicar libros sobre temas contundentes e importantes como los retortijones de los unicornios, so be it.

Acabo de terminarme un libro de esos que te cambia como mujer y parte tu vida en dos. Es la mejor sensación del mundo.

Las mejores cosas que me han pasado en la vida han sido consecuencia de los libros que me he leído.

El primer día de snowboard comí nieve como pocas. Mis hermanos y primos se burlaron tanto de mí que me metí en snowboard school.

A partir de mañana I´m gonna be snowboarding in circles around them.

Soy la única psycho que pide un Caramel Frapp en Starbucks a 2º C.

Soy tan tan intensa y estoy tan pero tan convencida de que ésta es la vida que quiero y merezco tener, que en lo que postee esto me voy a Starbucks con la laptop a escribir allá.

Sólo porque puedo.

Quiero confesar que puedo no pensar en ti pero me gusta hacerlo.

Seguir esperando el grand gesture de quien nunca lo tendrá es una buena manera de perpetuar mi propia miseria and fuel my creative spirit.

O sea que no solamente sufro porque puedo, también sufro porque quiero.

Bueno, no sufro, me atormento un rato porque I have a blog that won´t write itself, you know?

Je veux penser en nous mais sais inconvénient. C´est pour ça que je pense en moi. Seulement en moi.

Amo la nieve. Diez días de nieve, más de eso creo que es de locos.

Había logrado dejar de fumar y lo agarré de nuevo.

El resultado electoral del domingo me entristeció profundamente. Mi burbuja de optimismo reventó de un golpe. Ante una señal así de contundente mantenerme en negación fue imposible.

Ya no sé si podemos salvar al país. Y si podemos, no va a ser solos. Que millones de personas se quedaran encerradas en sus casas paseando a los perros o lavando los carros como un domingo normal, me parece inaudito. Con tanto que se iba a perder. Con tanto que se perdió.

Todas las ciudades tienen sus olores. Denver olía muy parecido a New York. O de repente es que tengo tantos años sin visitar NY que se me olvidó como huele.

The Hunger Games en mi cabeza, duró dos libros. El tercero me pareció horrible.

When you save a life, you save your own.

Este año conseguí el balance. I was free but responsible, careless but aware, smartmouthed but respectful, happy but grateful.

Me gustaría recordar cuándo fue que me convertí en esta absurda suma de inseguridades.

Si lo consiguiera, could I change it? Would I if I could?

Lo que pasa es que no sé si todos esos nervios y dudas le aportaron algo a mi personalidad.

Creo que fue estudiar con Elia.

Se le fue la mano.

Y a mí también. Por dejarlos.

Las opiniones pesan. Las negativas también. Me cansé y dejé que me afectaran y ahora pago las consecuencias todos los días.

Los días que me fue bien en el panel fue gracias a la cantidad de horas de trabajo invertidas en elaborar los chistes.

Los días que me fue mal usé la misma cantidad de horas. Mira tú, lo que es la vida.

A veces negra
A veces co-lor-ro-sa
Así es la vida

Elefante by #NinaCantarina

Como en casi todo lo demás, when it comes to comedy, me sé la teoría pero la práctica me confunde.

El otro día casi me arrecho porque una niña me dijo que había leído EL James Can Suck It y no le gustó porque "EL James escribe mejor". No me arreché porque una persona que crea que EL James es buena escritora o que escribe mejor que yo (que no lo soy todavía) no tiene criterio and you just can´t blame them.

Tengo muchas páginas que leer y que escribir todavía para considerarme an actual writer. No voy a ser tan irresponsable y tan arrogante.

Por ahora, soy una blogger.

Con orgullo, además.

martes, 4 de diciembre de 2012

El ruido de las lochas al caer

La locha de la adultez cae como un balde de agua fría cuando menos la esperas. 

Durante el último año ignoré muchas de las señales. Ignoré el paulatino ascenso del número de cremas que me pongo. Ignoré el hecho de tener y cumplir responsabilidades fiscales. Ignoré las conversaciones de adultos con mi mamá y mi papá. Ignoré mi obsesión con el protector solar. Ignoré el hecho de que ahora cuido mi cuerpo como cuidé y sigo cuidando mi mente. Ignoré que muchos viernes preferí quedarme leyendo. Ignoré el hecho de que dejé de trasnocharme todas las veces que al día siguiente tenía que pararme temprano. 

A la adultez se llega poco a poco pero una se entera de coñazo. 

Hubo tres eventos claves en este chapuzón. El primero ocurrió hace un mes aproximadamente. Estaba a punto de salir a jugar al panel en Érika Tipo 11. Ya estaba vestida, con la cartera en una mano y el celular en la otra. Sí, en mi casa es el único sitio que ando con el celular en la mano sin que me dé miedo. Me desvíe. Se abrió la puerta del ascensor y me vi. "Hmmmm... yo no puedo salir así," pensé. Dejé la sala y atravesé la cocina. Saqué la motherfucking plancha y la prendí por primera vez en mi vida. Planché la chaqueta como si supiera lo que estaba haciendo. Me acordé de mi Tita y de mi mamá. Siempre planchan las mangas y el cuello primero. Las imité con torpeza. Seguí planchando y de repente tuve que parar. "MARICA PLANCHASTE. Bueno, no... Marica, ¡estás planchando!" me grité. ¿Cuándo en la vida este trainwreck de la imagen hubiera planchado una media, ah? Fue un scary eye opener. Fue tan scary como sabroso. 

El segundo evento ocurrió hoy en la mañana. Me paré a las ocho de la mañana sin despertador. 

El tercer hint pasó hace un par de horas. Llegué muerta de hambre a mi casa después de haber estado en la calle todo el día. No esperé que mi mamá llegara a la casa. No llamé a Javier para ver donde estaban. Ni levanté el teléfono para llamar a los chinos o al sushi. I got busy cooking my own food. Cociné with actual fire y no quemé nada. Ni la casa, ni la comida ni a mí. Cociné más que Zucaritas. Hice salmón y ensalada. No tuve que preguntar cuándo había que voltear la rueda de salmón. No me soporto. 

Me gusta ser una tipa grande. Me gusta ser una mujer. Me gusta ser esta mujer. Con tal de que se me dé permiso para inmadurear cada vez que no tenga que pararme temprano, vamos bien. 

martes, 27 de noviembre de 2012

La mejor sugerencia para ti, nuevo blogger

Ya aquí leíste que era importante pasar por el proceso con buena ortografía sin buscar resultados. Ahora quería escribir sobre la sustancia. 

Lo que estás diciendo es igual de importante que el cómo. Yo soy de las que le para mucho al cómo y necesita que el cómo sea bueno. Eso sí, no importa si la gramática es perfecta, si no te pelaste ni un acento, si no saliste de tu casa en seis meses para tomar la foto que iba a acompañar el post, lo que estás diciendo tiene que ser contundente e importante. 

¿El catch? Tiene que ser contundente e importante para ti. Blogs personales hay miles en Venezuela. Los blogs buuuuurda de personales son los que nos gustan más. Nadie llora cuando lee el periódico, porque casi todo lo que está ahí está escrito para informar. En el periódico esperas facts, noticias e informaciones que no son precisamente life changing. 

Si te gusta que te lean, tienes que dejar que te descubran. Tienes que escribir con el corazón en la punta de los dedos. Tienes que dejar que la sangre manche la página. Tienes que sudarlo. Tienes que tener papel toilette o toallitas al lado para secarte las lágrimas. Y los mocos. Yo nunca he comentado un post en el que me reciten cómo preparar unas Zucaritas. En cambio, he leído y llorado y reído con los posts que relatan guayabos, embarazos, abortos, choques, primeros amores (o pérdida de), viajes, miedos y esperanzas. 

Si a ti no te conmueve lo que escribes, ¿cómo me va a conmover a mí? Para nadie es fácil aceptar la derrota o la humillación, pero todos los que leemos blogs hemos pasados por ahí. Los Bloggers venezolanos somos gente bien solidaria entre nosotros porque ninguno es perfecto. Todos nos hemos equivocado y todos sabemos que, al final, todo va a estar bien. No quiero ofrecerle mi ayuda a una jeva que juega a ser una Stepford Wife. Quiero ofrecérsela a la bruta que se dejó joder por el exnovio y que ayer se dio los besos con el mejor amigo de dicho exnovio para vengarse. Uno le tiende la mano a quien está jodido, como uno. Porque todos hemos estado bien jodidos en un momento u otro. 

Lo que sea meaningful para ti, será meaningful para nosotros. Si no sabes cómo hacerlo meaningful tienes que leer y escribir más. Tener que practicar es nuestro blessing y nuestro curse. 

Hace como cinco años, yo leí en el blog de Victor Marín una historia sobre cómo la chama que le gustaba comía Oreos. Eso es todo, una historia sobre comer Oreos. La historia hacía que se te pararan los pelitos porque Victor es un escritor talentosísimo y porque se notaba a leguas que esta niña le gustaba burda. Con esto quiero decir que tus historias no tienen que ser épicas. No tienes que vivir la vida on the edge todos los días para movernos. No tienes que ser uno de los 300 para que a nosotros nos interese leer lo que tienes que decir. No tienes que ser un héroe, sólo tienes que ser personal. 

Para mí no es fácil, nunca lo será, venir acá a decir que me siento como un fracaso o que estoy hinchada o que me rompieron el corazón (una vez más) o que no he aprendido nada o que la estoy cagando. Lo hago porque después de escribirlo, la carga se hace menos pesada. Lo hago porque a mí me sirve y me ayuda. Me siento menos fracasada, menos heart broken, menos bruta y menos equivocada. No sé por qué. 

Si quieres que dé risa, te tiene que dar risa a ti. Si quieres que lloremos, te tiene que haber hecho llorar a ti. Ojo, yo sé que es peluísimo. Sí, lo sé. Pero a ti nadie te mandó a escribir sobre ti y no sobre las palmeras en Venezuela. 

Te prometo que se pone más fácil con el tiempo. 

domingo, 18 de noviembre de 2012

Anoche soñé

Verte fue un problema porque anoche soñé contigo.

Anoche soñé que me leías Piedra de Mar y que me regalabas una edición especial de A Margarita De Bayle. Anoche soñé que nos íbamos de viaje. Anoche soñé que aprendía a cocinarte algo. Básico como te gusta y como yo puedo. Anoche soñé que tú no estabas solo, estabas conmigo.

Anoche soñé que detestaba la distancia pero te adoraba a ti. Es verdad, no te amo, ni te adoro, creo que ni siquiera te quiero. Pero sé que podría, si se pudiera. Anoche soñé que podíamos. Anoche soñé que era fácil estar contigo y que tenías un iPhone para hablar por Facetime. Anoche soñé que era fácil.

Anoche soñé que me tocabas la espalda con malicia y sin remordimiento. Anoche soñé que nos veíamos a menudo y podíamos contarnos de nuestros días. Que siempre te creías subestimado, cuando la verdad es que tiendo a hacer lo contrario. Siempre los monto en un pedestal. Es doloroso cuando los tengo que bajar, pero así funciona mi cabeza y no tengo otra opción.

Anoche soñé que comíamos hamburguesas. Soñé que me mentías diciéndome que estaba bonita recién levantada. Pagaría por escucharte mentir... Pagaría en especias, pero pagaría. Soñé que te daban cosquillas los besos en el cuello. No sé si eso era así. No me acuerdo.

Anoche soñé que nada se me olvidaba y siento que todo ha debido ser así. Olvidar no siempre es saludable. Hay cosas que no deberían ser olvidadas. Es chimbo, poder olvidarte pero no querer. Anoche soñé que no había necesidad de hacerlo, tampoco. Anoche soñé que me buscabas siempre.

Anoche soñé que nuestro primer beso lo habías iniciado tú. Anoche soñé con besos transparentes y bocas permitidas. Anoche soñé que nos queríamos tanto. Anoche soñé que nos queríamos como hubiéramos podido llegar a querernos. Anoche soñé que no teníamos la culpa de nada. Fue chévere. Fue libre y bonito.

Anoché soñé que nunca tendíamos la cama porque no salíamos de ahí. Anoche soñé que me acompañabas a visitar a mi Tita y nos hacía un quesillo. Anoche soñé que probabas las hallacas y no te gustaban. Anoche soñé que no iba a pelear con tu terquedad.

Anoche soñé que enamorarme era una opción. Anoche soñé que no había necesidad de llorar. Anoche soñé que mis inseguridades se quedaban aplastadas en el sofá y yo entraba sola al cuarto. Entraba corriendo al cuarto, a buscarte a ti. Soñé que mi presencia era bienvenida, agradecida y apreciada. Que las pecas te quedan bien y que los lunares te gustan. Anoche soñé con quemaítos y pepitos hechos en casa.

Anoche soñé que te regañaba por la tapa de la poceta pero me callaste con un beso. Anoche soñé que me cuidabas de las pesadillas y te parabas a buscarme agua en la mitad de la noche. Anoche soñé que era cómodo y fácil todo. Que nuestra dinámica era la que queríamos, sin sobras ni carencias.

Anoche soñé que era fácil despertarse en la mañana cuando la primera cosa que ves es la cara que quieres ver. Anoche soñé que tenías una cicatriz chiquitica en el cuello y una marca de lechina en el cachete. Anoche soñé que conocía tan bien tu cara y tu cuerpo que nunca se me iba a poder olvidar, como me está pasando ahorita que estoy despierta.

Anoche soñé me dejabas sentarme a escribir justo después de. Anoche soñé que amaba empiernarme. No tolerarlo y disfrutarlo brevemente como normalmente lo hago, sino amarlo. Y tú también. Anoche soñé que las cosas mejoraban en cada segundo. Anoche soñé que me convertías en un cliché y te lo agradecí.

Me choca despertarme de los sueños lindos, vale.

martes, 13 de noviembre de 2012

Mi canción favorita del disco nuevo de Guaco es Dámelo


Dame ya tus besos 
ponte en mi regazo 
dame un poco de eso 
y lléname de abrazos

Dame tu existencia 
llévate la mía 
pierde la paciencia
en mi anatomía 

Dame tu conciencia 
llena ya mi vaso 
toma mi indecencia 
y vente paso a paso

Y borra ya tu ausencia 
mata mi agonía
quiebra la decencia 
que hay en mí todavía 

Y si te digo que siento lo mismo 
prácticamente robas mis palabras
había vivido en un espejismo 
la vida casi se me descalabra

Pude cerrar los ojos y desaparecer 
pero sabía que no te volvería a ver
por eso ahora lo quiero todo 

Dame ya tus besos 

Dámelo todo

ponte en mi regazo 

dame un poco de eso 
y lléname de abrazos

[De besos y abrazos] 

Dame tu existencia 
llévate la mía 
pierde la paciencia
en mi anatomía 

En mi anatomía

Dame tu conciencia 
llena ya mi vaso 

[Llénaloooo] 

Toma mi imprudencia 
y vente paso a paso

Borra ya tu ausencia

mata mi agonía
quiebra la decencia 
que hay en mí todavía 

Cada vez que tú me dices que me quieres
haces que mi adrenalina se libere
ya no hay cosas que no haría
que no me divertirían si no son contigo, contigoooo

Otra vez tú las palabras me quitaste 
mi corazón completico me lo robaste 
Y es que yo quiero pasar toda mi vida será

[Gritico loco pero fino tipo uuuuu-aaaaa de la  jeva]

Contigo contigoooooo

Dame ya tus besos 
ponte en mi regazo 

dame un poco de eso 
y lléname de abrazos

Dame tu existencia 
llévate la mía 
pierde la paciencia
en mi anatomía 

Dame tu conciencia 
llena ya mi vaso 

[Dame tu conciencia llena ya mi vaso]

toma mi imprudencia 
y vente paso a paso

Borra ya tu ausencia
mata mi agonía 

y quiebra la decencia que hay en mí

Cero. Aquí no hay pájaro de mal agüero 
porque lo nuestro es un amor sincero 
Y por eso quiero y por eso quierooooo

[Por eso por eso por eso] 

Por eso quiero 
Sentirme así siempre así de ligero 
para flotar siempre en tus senderos

Dame ya tus besos 
ponte en mi regazo 

[Dámelo] 

dame un poco de eso 
y lléname de abrazos

[Dámelo]

Dame tu existencia 
llévate la mía 
pierde la paciencia
en mi anatomía 

Dame tu conciencia 
llena ya mi vaso 

[Uuuuuuhhhhh oh oh oh]

toma mi imprudencia 
y vente paso a paso

Y borra ya tu ausencia 
mata mi agonía

[Por eso ahora lo quiero por eso ahora lo quiero]

quiebra la decencia 
que hay en mí todavía 

Y aquí hacen un canon mucho más evidente y finísimo que no sé cómo hacer para que se entienda... pero es finísimo y debería todo el mundo escucharla! 

Dame ya tus besos 
ponte en mi regazo 
dame un poco de eso 
y lléname de abrazos

Dame tu existencia 
llévate la mía 
pierde la paciencia
en mi anatomía 

Dame tu conciencia 
llena ya mi vaso 
toma mi indecencia 
y vente paso a paso

Y borra ya tu ausencia 
mata mi agonía
quiebra la decencia 
que hay en mí todavía 

Que Escultura saliera el 26 de octubre fue solamente la segunda mejor cosa de ese día. Cuando se me haya pasado la emoción quizás cuente la primera. Este post se hizo sin copy pastear la letra de ninguna parte. Handmade by Yours Truly. 

Confesión # 77

Hay pocas cosas que me dan pena. Ahorita ahorita no me acuerdo de ninguna. Pero sí hay.

Creo que mis ideas para modernizar la Misa serían un palo y atraerían feligreses.

Cuando estoy trotando me pongo a contar desde mil hasta cero. Ejercito el cerebro mientras ejercito el cuerpo. Es genial.

No soy tan buena contando pa´atrás como una creería. Me pierdo. Vuelvo a empezar o le doy desde donde me quedé.

Me metí en Pole Dance porque sabía que iba a ser buena. No me equivoqué.

No hice lista de regalos para mis veintisiete. Recibí regalos igual.

Un Amigo Secreto me regaló tres libros por Amazon en mi cumpleaños. Fue genial.

La última vez que escribí un poema tenía 19. Fue tan malo que más nunca escribí uno.

No me gusta nadie y soy 1000 veces más productiva. Me encanta.

Me da miedo verlo. No sé si va a estar, pero me da miedo igual.

Estoy obsesionada con Fun. Me parecen un bandón.

Escribiendo EL James Can Suck It descubrí que no hay palabra bonita para nombrar los genitales masculinos o femeninos. Me quedan demasiados capítulos y no sé cómo voy a darle la vuelta a este problemita.

Chechi no se parece  a mí porque piensa primero y hace después. Yo no. Yo hago primero y después me cuestiono, me jodo, me autoevalúo y me regaño.

Lo que más me gusta de ella es eso.

Chechi se está escribiendo en un cuadernito de Disney. Muy lindo. Literotica y Disney. Se cierra el círculo del príncipe azul de una manera muy rara. Daniel no es un príncipe y Walt se revolcaría en su freezer porque alguien esté escribiendo literatura erótica encima de una oreja de Mickey.

El otro día me cayó la locha de la adultez. Se manifestó en forma de chaqueta planchada.

Los dos hicimos como si no hubiera pasado nada. La adultez es genial.

No sé en qué momento acumulé tantas cremas.

Las uso religiosamente. Mi pacto no es con el diablo, es con el protector solar.

Me buceo tipos en la calle sin disimular. La última vez que vi en la calle a un tipo buceable fue hace meses.

¿Será verdad que en Venezuela no hay hombres?

Los asusto y los intimido cuando hablo. Y si no lo hago así, ocurre después cuando saco un libro de la cartera.

Ha sido un mes de releer porque estaba gastando demasiada plata en libros. Cuando me termine de releer La Ladrona de Libros voy por los que me regalaron de cumple.

Mi regalo de cumpleaños fueron unos zapatos arrechísimos que compré once días antes.

Quería arrecharme cuando me dijo "puedes ponerte todos los antifaces del mundo, pero yo esas nalgas las reconozco donde sea". No lo logré.

Tengo una teoría que nadie ha sido capaz de refutar. Los años pares son una mierda. Los impares son los buenos.

Quiero saber si se acuerda de mí.

I´ve seen myself get worse en el panel de Erika pero estoy trabajando para mejorarlo.

Hay días buenos y hay días malos. Yo sé distinguirlos.

Cuando era chiquita odiaba el Friend Zone. He aprendido a estar cómoda en él.

Es que me he acostumbrado. No sé pistonear ni ser flirty, entonces siempre he sido pana y simpática. Eso manda la señal que no es y voy directo al Friend Zone.

Cuando era chiquita odiaba tener las tetas chiquitas. Ahora amo tenerlas chiquitas. Puedo dormir boca abajo, todas las camisas me quedan bien, sigo siendo talla S.

Diría que te extraño pero no es verdad. I was just not that into you. Especially after you found an excuse to break up with me.

Googlea antes de tuitear, es el motto.

Habría que pedir taima más a menudo.

De bolas que lo lloré. Pero ahora creo que haber salido de Hot es lo mejor que me ha podido pasar. El empujón fuera del comfort zone ha sido perfecto.

I am finding myself. Everyday I find new things about me. Some of them are cool.

Me duele la espalda y tengo todas las piernas llenas de morados, pero amo mis clases de Pole.

Dolor de nalgas es aquello que una siente al salir de clases de ballet. En las que no soy buena, pero para  eso hay ganas de echarle bolas.

La llamada de lo de Javi was the scariest moment of my life.

I don´t know if I care.

I guess if you don´t know, you know.

Lo que tenías que saber y yo nunca te dije

Le he debido mandar esto hace demasiados meses. Nunca lo hice. La cagué letting him go and later not chasing after him. Me atormento lo suficiente. Me autoflagelo lo suficiente, que nadie venga a decírmelo. Tengo demasiado tiempo sin verlo, menos mal. I wouldn´t be able to see him so happily in love like  know he is. I know because people tell me. (Yay!) I am just a terrible person and I should have said this more than half a year ago when I could. 


Hola. (Iba a poner su inicial pero iba a ser demasiado descarado de mi parte)

Te escribo porque tengo varias cosas que decirte. La primera es la que estoy segura es más importante: perdón por esa noche.

Ya. Sin remate, in justificación, sin excusas.

Hay otras cosas. Por ejemplo, tienes que saber que sí prefiero a Lady Gaga por encima de Madonna y a Christina Aguilera mil veces por encima de Britney. Tienes que saber que estoy obsesionada con los Post-Its. Tienes que saber que le tengo más miedo al mar de lo que creí. Tienes que saber que soy terca e impaciente. Tienes que saber que mi blog es una de las cosas más importantes del mundo para mí. Tienes que saber que tengo pésima memoria y manías muy raras. Tienes que saber que siempre hablo en spanglish, que tengo demasiadas limitaciones y estoy empezando a creer que nunca voy a poder armar el cubo de Rubik y eso me frusta. Tienes que saber que me creo más inteligente de lo que soy. Tienes que saber que amanezco del un lado diferente de la cama y en direcciones distintas todos los días. Tienes que saber que los bebés me dan miedo y no me gustan los niños. Tienes que saber que estoy medio loca y me gusta. Tienes que saber que odio las mañanas y que tomo demasiado Nestea. Tienes que saber que mi ambición es demasiado grande y que no me importa el precio que tenga que pagar para llegar a donde quiero. Tienes que saber que soy una ladilla cuando tengo un libro cerca. Tienes que saber que soy dispersa y orgullosa. Tienes que saber que soy pésima en matemáticas. Tienes que saber que todavía queda mucho por descubrir y tenía que ser sincera y decirte que hay más cosas malas que buenas.

Pero yo no soy sólo eso. Hay mucho más, lo juro.

Quiero decirte que nunca nadie me había hecho sentir maripositas así cuando me toca. Yo nunca había sentido tantas cosas en tan poco tiempo por alguien. Tienes  que saber que nunca nadie te ha querido así. Quiero decirte que no te digo la mitad de las cosas que quiero normalmente, porque me da paja espantarte y que creas que soy una bolsa y una cursi. Quiero decirte que me rompes el corazón cada vez que me dices marica o huevona y que me da mucha arrechera no haberlo sabido manejar o hablar antes. Pensé que mis indirectas iban a ser suficientes. Tienes que saber que te respeto y te admiro. Me parece que tienes un talento infinito y es una de las cosas que más me gusta de ti. Quiero decirte que amo tu voz y tu boca y tu risa y tus ojos y tu mirada, no sabes cuánto. Quiero decirte que eres bello para mí, así estés recién despertado. Bello, de verdad. Quiero que sepas que sueño contigo todas las noches. Todas. No te lo digo por pendeja. Tienes que saber que fue horrible cuando no me querías abrazar para medio dormir. No creo que haya sido a propósito. Quiero decirte que amo cuando me besas y creo que no me besas lo suficiente, pero no te lo digo porque no quiero ser cursi or needy. Tienes que saber que odio tener que frenar esos impulsos porque siento que no estoy siendo sincera conmigo. Si vamos a estar juntos necesito que esas cosas cambien. Tienes que saber que me enamoré profunda y perdidamente de ti. De lo que eres y de lo que estoy segura de que vas a ser. Quiero que sepas que soy your biggest fan. Tienes que saber que me vuelves loca y que si fuera por mí te secuestraría todos los días. Quiero que sepas que me encantó que vinieras el domingo a hacerme cariñitos en el pelo. No sabes cuánto te lo agradezco, en serio. Amo tu risa y amo que me hagas reír así todos los días de mi vida. Tienes que saber que you push me forward, que me haces inmensamente feliz y que es una preocupación y una meta hacerte igual de feliz todos los días. Hasta el sol de hoy, me estresa no saber si lo logré. Quiero que sepas que me encanta pasar tiempo con tu familia aunque sea awkward and clumsy around them. It scares me. 

Yo sé que tú me quieres. Y yo te quiero un montón.

Yo creo que eso es suficiente para reparar el daño que nos hicimos ayer. Me despido pidiéndote perdón, una vez más, y para que recuerdes que te quiero demasiado y estoy dispuesta a reparar lo que se rompió.

Te quiero.

Nina. 

Capítulo 7


Puta. Eres una puta. No. Eres una bruta. Seguro te despiertas y no está ahí. O se está vistiendo para llevarte. O escribiéndole a otra tipa. Putaputaputa. No. Mujer liberada del siglo XXI… que es un eufemismo para puta. ¿Por qué si eso estuvo tan bueno me siento tan mal? Por puta.

Abrí los ojos. Podía sentirlo a mi lado pero en la oscuridad no logré distinguir si estaba despierto. Me puse boca arriba. Daniel se acercó a mí y empezó a hacerme cariñitos en el brazo izquierdo.

¿Existen los cariñitos sonámbulos?

Tosió.

¿Qué hago?

—Yo sé que estás despierta. Hola.
—Hola…
—Te ves bella cuando duermes.
—Eem… ¿gracias?

No sé hacer esto. No lo sé hacer.

—Hay algo que tenemos que negociar, eso sí.
—¿Qué será?
—Que no me vuelvas a empujar cuando trato de empiernarme contigo. Los primeros quince minutos después de que te quedaste dormida, todo bien. Después, te moviste y cuando traté de reacomodarme no me dejaste. Intenté varias veces y nada.
—Lo siento. En mi defensa, estaba dormida.
Ya no estás dormida. ¿Podemos empiernarnos ahora?

El silencio del cuarto y de la noche se hicieron aún más grandes en ese momento. Un silencio tan grande que fue bueno. Respondí apoyándome sobre mi brazo para ponerme poca abajo. Encajé mi cabeza entre su cuello y su clavícula. Lo abracé y doblé mi pierna derecha sobre las suyas, como pude porque me dolía todo. Todo.

—Mucho mejor.
—¿Cuánto dormí?
—Como 40 minutos.
—¿Y tú?
—Como diez en total.

Agradecía la oscuridad. En la oscuridad me sentía más valiente, más segura. En la oscuridad mi pena y mis nervios eran menos evidentes. Era mejor a oscuras. Era más bonita, más segura, más confiada. Era también imposible que me viera a los ojos y se diera cuenta de cuánto me gustaba. Era mejor, mucho mejor, que no me pudiera ver. No sabía que iba a pasar una vez que se parara de la cama. Después de todo, mi mal criterio me había enseñado una lección muy valiosa de vida. Hay dos clases de hombres. Los que te quieren coger y los que ya te cogieron. Daniel veía al techo y yo controlaba mis ganas de llorar.

Fue muy rápido. Valió la pena, fue muy bueno, pero fue muy rápido. No me va a volver a llamar y no estoy preparada para que no me vuelva a llamar.

—¿En qué piensas?
—En nada.
—Hueles demasiado bien.
—Tú también.
—Hueles a shampoo. Es rico.
—Gracias. Tú todavía hueles a Cool Water.
—Jajajaj, qué buen olfato.
—Sí. Soy como un schnauzer.

Su risa llenó el cuarto e hizo que mi corazón empezara a latir más rápido. Me contagió la carcajada.

—Jajajaja, es increíble. ¿A quién conoces que la usa?
—Un amigo de Margarita, es su preferida.
—Aaah…

Se dobló y me dio un beso en la frente. Me sorprendía cada vez que lo hacía. Me parecía un gesto muy cuchi. A la vez, me emocionaba. Mi mente empezaba a imaginarse un futuro próximo de besitos en la frente y cenas con la familia e idas a la playa con los amigos… Tenía que parar. Ilusionarme de más como casi todas hacemos cuando nos empieza a gustar alguien podría salirme muy caro esta vez. Mis ojos empezaban a acostumbrarse a la oscuridad. Daniel sonreía.

—¿De qué te ríes?
—De nada.
—Mentira.
—Tú también me mentiste cuando te pregunté en qué pensabas. Las mujeres no pueden pensar en nada, no tienen ese poder. Es una habilidad que sencillamente no tienen. ¿Me equivoco?

¡Ups!

—Bueno, si tú me dices de qué te estabas riendo yo te digo en qué estaba pensando. ¿Va?
—Ok, estaba riéndome de ti.
—Oye, que lindo, gracias.
—Oye, si me dejas terminar de hablar… me acordé del miércoles en la galería. De dos cosas del miércoles en particular. Como luchabas para no enterrarte en la grama y de tu cara cuando te dije que sabía perfecto quién eras tú.
—Ah.
—¿Te cortaste?
—No.
—De bolas que te cortaste. Jajajaja, que linda. Pero bueno, dime en qué pensabas.

En que soy una puta y no me he debido acostar contigo en la segunda salida pero me encantas y quiero volverlo a hacer ya pero no creo que pueda porque me duele todo y eso me da burda de pena porque tenía demasiado tiempo sin tirar y que me da pánico que no vuelvas a llamarme pero sé desde ya que no vas a hacerlo porque soy una puta que se acostó contigo en la segunda salida.

—En nada, en serio.
—Jajajaja, no me jodas Chechi. Dime.
—Jajajaja. OK. Estaba pensando en que tu cama es muy cómoda—hizo un silencio más largo de lo normal dándome a entender que no me creía, pero no preguntó más.
—Que bueno que te guste. Ahora que caímos en ese tema, ya que te sabes algunas de las reglas de esta cama, puedes usarla cuando quieras.
—¿Algunas de las reglas?
—Sí. Hay más, pero no es momento todavía. No hay problema, yo soy un hombre paciente. Creativo y paciente, buena combinación.
—Pero yo soy una mujer curiosa…
—Bueno, eres una carajita curiosa.
—Jajajaj, déjame. No se vale. Dime.
—Es por tu bien. Y por el mío. Ok, es por nuestro bien.

Gracias Dios, está hablando en plural. Dijo “nuestro”. Nuestro. Nuestro implica multitud. ¿No?

En un segundo se desenredó y estaba encima de mí. Me besó con ganas. Su lengua masajeó la mía, sentía que el corazón no iba a aguantar este trote. Mi lengua obedecía y jugaba con la suya. Se alejó para quitarme el pelo de la cara. Me dio un piquito. Dejó su cara tan cerca que recordé el capítulo 7 de Rayuela, el de El Cíclope. Respiramos juntos. Yo, confundida. Él, ahí. “Hay reglas de esta cama para las que no estás lista. Te las enseñaré poco a poco, porque por ahora no estás lista Cecilia. ¿OK?” me dijo. No estaba preguntando. Para él era una certeza que terminaría enseñándomelas y yo nunca había estado tan dispuesta a aprender. Él quería tenerme de nuevo en esa cama y yo no quería irme nunca de ahí. Era perfecto.

—¿Tienes hambre?
—Hmmm… podría tener hambre, sí.
—Jajajaja, ¿por qué te da pena tener hambre? ¿Quieres arepas?
—Sí.
—Vamos.
—Vamos.