miércoles, 7 de diciembre de 2011

Fight the fight

A la antigua Nina le encantaba sentirse miserable y revolcarse en el foso que cavó para ella. A esta Nina no le gusta llorar. Por nada. Por nadie. A esta Nina le molesta haber estado tanto tiempo llorando por el mismo tipo. Y le molesta más todavía haberse recuperado y permitir que las reapariciones de dicho tipo le cagaran la vida de nuevo. ¿Qué pasó entoces?

No me había dado cuenta de que esta Nina es otra. Es màs madura, más sabia, más recorrida, más segura, menos bruta e igual de bajita.  Ha salido y desechado a más hombres. Ha besado sólo cuando quiere y se ha ladillado de besar. Ella ya no le cae a los tipos porque le da ladilla que ellos no quieran hacer el trabajo. Ha visto más mañanas que antes. Ha entendido que quien no la quiere no merece que lo quiera y que poco a poco se puede dejar de querer. 

Desde 2011, Nina 2008, te mando una cachetada gigantesca en este momento. Continúo. 

Lo bueno es haberme dado cuenta. Lo bueno es haber peleado y ganado la batalla con la estúpida que era. Lo bueno es haber entendido que ya no soy la misma chama que disfruta el dolor. Soy la que lo vive y lo padece con el ojo puesto en el día que finalmente me sienta mejor.

El día, parece mentira ahora, siempre llega. Y si estás enfocada puedes decidir cuándo llega.... No, mentira. Eso es bullshit. Sí, es verdad que la felicidad es una decisión consciente. Pero es como escalar una pared o pintar un cuadro. Realizas y ejecutas un paso tras otro hasta llegar a tu destino o firmar el lienzo. Es consciente pero no instantáneo, pues.

No hay otra manera de ganarle la pelea a quien fuiste que peleándola. Hay pocas cosas más satisfactorias que  haberle ganado la pelea a quien fui: me convertí en quien soy.

Feels kindda awesome.

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